Pasen y vean a la princesa del guisante. Aún no he hecho la prueba de poner hortalizas debajo de siete colchones, pero estoy segura que lo notaría. Ayer se me ocurrió bajar a darme un inocente bañito a la piscina. Allá va ella, con gafas, gorrito y untada en factor solar 65 (sí, existe), hecha un cromo vaya. No fueron más de veinte minutos, pongamos treinta. Ahora tengo quemaduras de tercer grado, estoy roja como un cangrejo. Lo que le faltaba a mi insomnio era no poderme ni rozar con las sábanas.
Mientras me embadurnaba hace un rato de aloe vera, pensé, claro, ¿así quien te va a tomar en serio? Tan paliducha y delicada. Entonces me vinieron a la cabeza unas cuantas frases célebres que he escuchado durante mi vida y que me han afirmado en que nadie me puede tomar en serio.
1- La pobre se esfuerza, pero no da para mucho más. - Mi madre cuando yo iba al colegio
2- ¡Qué cosas dices, eres más tonta! - Mi hermana mayor... siempre.
3- Si te aburres, al menos no pongas esa cara. - Una profesora del colegio.
4- Señorita, además de guapa, es usted muy inteligente. - Un profesor, por cierto cura.
3- Me gustaría que fueras mas discreta. - Mi ex
4- Mayte es feliz si le regalan un libro al igual que tú lo eres si te regalan unos zapatos. - El hermano de mi ex refiriéndose a su novia. Puntualizo que Mayte leía libros tipo Sushi para principiantes, a lo que yo dije que sí, era más feliz con unos zapatos.
5- Si quieres que te tomen en serio, no lleves el pelo rubio. - Un mecánico de aviones.
6- Si no duermes es porque no tienes la conciencia tranquila. - Mi ex.
7- Puta.- Mi ex.
8- Eres la persona más inteligente que conozco, pero a la hora de la verdad eres la más tonta. - Mi ex el argentino.
9- Ah, ¿pero tú te has leído El Quijote entero?. - Un amigo.
10- Tus cuentos son algo panolis. - Otro amigo, pero a este le perdono.
11- Escribes muy bien y me pones muy cachondo con ese vestido. - Mi profesor de escritura. El vestido llega por debajo de la rodilla, por cierto.
12- Puta histérica. - Mi ex el argentino.
13- Mujer tenías que ser. - Un taxista madrileño.
14- No te doy el puesto aunque te lo mereces por sindicalista y conflictiva.- Mi jefa.
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Podría continuar. Da la impresión que siempre tienes que andar demostrando cosas. Lo que pasa es que cada vez me importa menos lo que piensen de mí, cada vez estoy más sana. Así que si no me tomais en serio o pensais que soy demasiado delicada porque me quemo, o demasiado tonta por ser rubia o demasiado pava por no hacer aerobic, me importa un bledo. Ya no voy a demostrar nada, es una auténtica pérdida de tiempo. Mejor lo gasto en dedicarme en estar contenta y en quien se lo merezca.
Voy a ver si duermo, con permiso de mis quemaduras y del guisante de debajo de mi colchón.