tag:blogger.com,1999:blog-72817372865891609712024-02-07T13:44:55.361+01:00Sin dormirLottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.comBlogger40125tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-67575551792675658972011-01-13T11:32:00.001+01:002011-01-13T11:37:37.267+01:00SueñoYo, que soy una insomne de pro y convencida, he estado soñando. O eso creo. Lo que son las cosas. No era de noche, ni siquiera estaba metida en la cama. Estaba aquí, en este mismo sitio tomando un café cargado para permanecer despierta, sí, aquí, sentadita en esta misma silla incómoda de madera, que ya le podrían poner un cojín por lo que cobran por un café solo. Tomaba café y miraba las musarañas sin que ellas se dieran cuenta, con la calma que da la enésima dosis de cafeína. Estaba pensando en cualquier cosa, supongo que en el tiempo, lo lejos que queda aún la primavera, o en algo más trascendental, cómo hago el pollo hoy, al curry o con almendras. Sentí que me dormía y apuré el resto de mi café de un trago, creo que ahora tengo quemaduras de tercer grado en la lengua y en el esófago, pero cualquier cosa antes que quedarme dormida. Fui a buscar otro café, que también ardía, las quemaduras se extendieron a la yema de los dedos de mi mano izquierda. Horror, cuando volvía a la mesa ya no estaba libre y no quedaba ninguna más desocupada. Si no apoyo la taza en algún sitio mis dedos serán irrecuperables, pensé. Así que lo dejo en la primera mesa que tengo al alcance, sin reparar quién se sentaba allí: Una mujer de mediana edad que casi me mata con las cejas pintadas de marrón, supongo que debajo habría unos ojos, pero yo sólo vi cejas de cera plastidecor, Disculpe, es que me estaba quemando. Las cejas dejaron de mirarme. Oí desde la mesa que estaba en la esquina, ven, yo te hago un sitio y ahí me senté sin muchas ganas de entablar ninguna conversación. Está bueno el café de aquí, mmm, demasiado caliente, mmm sí, parece que hoy no va ha llover, mmm no, ¿no tienes ganas de hablar con un desconocido?, mmm sí bueno no sé, me llamo Germán ¿y tú?, mmm bueno Ana por ejemplo. Y se echó a reir. Y nos reímos los dos, sabiendo que ninguno había dicho la verdad, que no la diríamos y que no era necesario decirla. Así que permanecimos un largo rato callados, bebiendo cada uno de la taza equivocada y sonriendo. No hace falta que te diga nada, querida “Ana”, vámonos de aquí, a cualquier otra parte, donde el café no queme y no haya cejas de plastelina. No nos conocemos y eso es lo mejor. Podemos ser quien queramos donde queramos, sin historia, podemos reiventarnos a nuestra manera. ¿Tú quién querrías ser, por ejemplo? ¿Yo? Ana, sólo Ana, que es un nombre simple y capicúa. Es muy tentador lo que me sugieres, es un sueño no soñado hecho realidad, lo que siempre pedí a la vida. Pero soy Ana, una insomne por vocación y voy a pedir otro café.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-54369336535555582532010-12-09T10:55:00.002+01:002010-12-09T11:13:39.462+01:00ConfianzaLa vida, la supervivencia, es cuestión de confianza. Dejamos nuestras frágiles existencias en manos de terceros más a menudo de lo que somos conscientes, más de lo que nos gustaría. Hay que confiar en el médico que nos hace el diagnóstico, en el conductor del autobús, en el cocinero que prepara el menú de día a 10 euritos, en el arquitecto que diseñó nuestra casa y en el ingeniero que construyó el puente que cruzamos cada día. Y es así. Y no nos planteamos nada más, ni lo pensamos, seguimos como si nada, como si no pudiera existir ningún peligro, con una confianza ciega, infinita, con fe. <br /><br />Pero todo lo que compete a la vida personal es bien distinto. Esa no es una confianza ciega, es empirista, positiva. Y basta con que en un momento, en un microsegundo algo pase para que se rompa definitivamente. Y ya puedes hacer lo que quieras, puedes estar toda una vida demostrando lo contrario, que desde ese microinstante todo cambia para siempre. Ahora son todo recelos, intranquilidad. Ya nunca más volveré a creerte y, aunque me lance a una piscina sin agua en plan kamikaze, aunque intente hacer como que no pasa nada, jamás volveré a creerte como lo hacía antes. Y poco a poco me iré decepcionando. Es como encontrar la luz, de repente todo se ve claro y una se da cuenta de cosas que antes obviaba. Ahora cualquier signo puede ser malinterpretado, usado en tu contra. Y no me intentes convencer con vehemencia, que te creeré menos. Pero todavía es peor cuando pasa más de una vez. <br /><br />Hace mucho que no te creo. Y la verdad, ya me importa bien poco, sé que mentirás de todas formas. Ha llegado el tiempo de que no me creas tú a mí.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-56840406681548441802010-12-09T00:23:00.002+01:002010-12-09T00:50:30.526+01:0028 Noviembre 1996Me miro los pies. Tengo puestos unos botines negros de cordones, bastante masculinos y bastante cómodos, últimamente no me calzo otra cosa. Pero estoy deseando quitármelos, mi reino por estar descalza. Ojalá se vaya de aquí ya toda esta gente, este millón de cuerpos sin cara y sin nombre, aún siguen en mi salón y ya no me acuerdo de ellos. Está bien, agradezco el gesto, somos todos tan educados: ellos por venir y yo por no descalzarme. Pero no miro a nadie, sólo mis pies, sólo sigo con los ojos el recorrido de la lazada que me ata a ellos. <br /><br />Hoy llegué más tarde a casa, pero fui buena, comí y dejé un mensaje en el contestador. El día ha sido raro. A primera hora no me sentía muy bien y contestaba todas las preguntas, cosa rara en mí. Sé que me preguntaré toda la vida si los tiempos coincidieron. Nunca lo sabré. Luego me perdí en el día y nadie pudo localizarme, como siempre, nunca nadie me localiza, vaya superpoder más raro tengo. "Estoy bien, no os preocupéis", qué paradoja. <br /><br />La puerta está abierta. Qué raro... Mamá está fuera. Me mira. Me abraza. Sólo tres palabras: "No hubo suerte", no hizo falta más y yo paso derrumbando, golpeando y pisando a toda esa cantidad de cuerpos extrañamente conocidos que quieren tocarme. No sabía que el pasillo maldito fuera tan largo, pero llego a mi cuarto, que aún no es rojo, y me estrello contra la cama a llorar. No sé si me oyen o no, si está bien o mal, pero lloro con una fuerza brutal, ancestral, lloro por mí y por todos no sé cuánto tiempo. Mi cabeza me grita "tienes que ser fuerte", me levanto, me seco las lágrimas y salgo. Saludo a todos sin excepción, soy una señorita de pro, y me siento en el sofá.<br /><br />Ya no voy a recordar nada más. Quiero quitarme mis queridos botines cuanto antes. Hay gente que se va, pero llega más. Ya ni me levanto. Sólo miro mis pies, encerrados, que muevo de vez en cuando para ser más consciente de ellos y para evitar que se duerman y ya no sentir definitivamente nada. Me alegro de no despedirme, no voy a hacerlo nunca, me alegro de tener cosas pendientes. Ya no lo soporto más, me aprietan los pies. <br /><br />Es raro, mi padre acaba de morir y yo sólo pienso en descalzarme.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-77665797270199484572010-10-29T15:53:00.003+02:002010-10-29T16:07:08.599+02:00Manifiesto.Yo, Lotte, mayor de edad y en imperfecto estado de mis facultades manifiesto estar harta. De muchas cosas. Harta de los enfados, de ser una histérica. Harta de tener que estar agradecida por haber estudiado en un colegio de curas o porque una vez cada dos días pongas la lavadora. Harta de deberle la vida a mi madre y dinero al banco (¿o es al revés?). Cansada de no dormir. De hacer planes con ilusión para desilusinarme después. Harta de la mentira que me contaron y de la mentira que vivo. Harta de tomar decisiones que luego son incorrectas, aunque nadie más las tome. De buscar y no encontrar o perder o que me lo quiten. Harta de mis tres kilos en las caderas, de no poder fumar. Cansada de no dormir en el sofá. De querer vivir por encima de todo y no poder. Harta de querer gritar y no poder, de querer quejarme y no poder. Harta de no haber sido una conformista ignorante y feliz. Harta de encontrar siempre la verdad por pura casualidad. Harta de mis mañanas sola y de mis noches aún más sola. Cansada de la mala educación, la incultura y los foros de internet. Harta de todo lo que fue y de lo que pudo haber sido, de un brillante futuro que quedó opaco. Harta de sonreír sin ganas. Harta. <br /><br />Estoy harta y cansada. Creo que tendré que comprarme otro par de zapatos.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-52759168249333534042010-07-24T11:29:00.005+02:002010-07-24T11:47:54.089+02:00Frío de verano.Hace calor, dijo mientras volvía a poner el aire acondicionado a bajo cero. Pero es que yo tengo frío, mira estoy envuelta en una manta. Es verano y hace calor, te aguantas. Total, qué más da, el frío no viene de fuera, viene de dentro. Así estamos, bajo cero, con las cortinas echadas para que no entre nada de luz que pueda descongelar el salón. Así estoy, con resaca de una noche de pelea de gallos, con dolor de cabeza y un chichón encima del ojo derecho. Pero seguramente también eso será mentira. Por lo visto en mi locura he llegado a un punto en el que no distingo la ficción de mi cabeza de la realidad de la suya. Y si no estoy loca aún, seguramente lo esté en cualquier momento. Me muero de frío... ¿Cómo contar esto de otra manera, sin caer en el victimismo ni en lugares comunes? Pero dicen que hace calor, lo ha dicho el hombre del tiempo en la tele, loca, no puedes tener frío. Y me hago más un ovillo, me enredo en mí misma para buscar un lugar seguro donde no haya gritos, ni insultos, ni golpes en la cabeza, donde alguien (yo misma) me abraza. Pienso en salir corriendo, pero no sé dónde, ni cómo, ya no estoy sola. Cierro los ojos y recreo mi escena, desnuda en una cama alta, mi espalda es acariciada y escucho sos un dulce... y me siento viva. <br /><br />Abro los ojos, tengo hambre, podrías prepararme el almuerzo, por favor? Haré sopa, aunque sea verano.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-4160606117465078172009-12-14T15:51:00.003+01:002009-12-15T18:14:23.214+01:00RencorDurante toda su vida Ezequiel pensó que su madre no era más que aquella mujer que le preparaba la comida, casi siempre demasiado cruda para su gusto, y que se empeñaba en que se comiera ese famoso bizcocho que rara era la vez que no se quemaba en el horno. Nunca le prestó más atención que esa y la que no le quedaba más remedio cuando su padre gritaba y decía que no era más que una histérica, medio inútil, puta como ninguna y, por supuesto una enferma mental. Como ella jamás se callaba y alzaba aún más su voz, Ezequiel creyó que verdad su madre era así, por lo que no se sentía para nada orgulloso de ella y trataba de evitarla delante de muchas de sus amistades, no fuera a ser que le diera uno de esos ataques de ira y locura a los que su pobre padre no parecía acostumbrarse. O bien estaba tan acostumbrado que se moría de risa cada vez que la oía decir que se iba a ir, y esa vez para siempre y que ya la echaría de menos y le pediría que volviera, como aquella maldita vez, que si lo llega a saber...<br /><br />Ezequiel siempre intuyó que su madre guardaba secretos, pero no sabía cuáles. En casa ella no tenía apenas intimidad, pero sí una especie de templo sagrado al que nadie entraba nada más que porque allí no podría haber nada interesante: una habitación con una estantería llena de libros y un armario pequeño y blanco. La mamá de Ezquiel de vez en cuando se encerraba en esa siniestra estancia con uno de los cuadernos que tenía en la cocina para anotar supuestas recetas que jamás nadie había comido en esa casa. Cosas de loca, pensaban. Podía pasar horas allí, a veces se la oía reir, otras llorar y otras caminar ruidosamente. Ezequiel jamás entró allí, total, para qué. <br /><br />Un día que llevaba muchas horas solo vio la puerta de aquella habitación y sin saber muy bien porqué, entró. Allí estaba la inmensa estantería llena de libros y el armario blanco con una puerta entreabierta que invitaba a mirar... Y miró. Encontró mil pares de zapatos, de todos los colores, todos sexis zapatos de mujer, con tacones imposibles, zapatos de cabaretera, o de puta. No podía creer que semejante colección de zapatos pertenecieran a la misma persona, y menos a su madre, esa mujer que en casa caminaba descalza o, como mucho con unos calcetines viejos. Pero parecía que sí, eran de ella. Y en cada caja, anotada a modo de recodatorio, una fecha y una frase: "30/marzo/2006, tocando el cielo", "11/junio/2006, raptando a Europa", "03/ Enero/2007, bajada a los infiernos", "14/septiembre/2007, adiós maldito avión", "01/junio/2008 nunca jamás", "28/junio/2008, ¿sólo sexo?", "13/febrero/2009, arroz con queso", "15/marzo/2009, nunca más seré yo sola"... Y a partir de ahí, las novecientas noventa y dos restantes cajas, cada una una fecha pero la misma frase "no te perdonaré jamás". <br /><br />Aún con la bocaza abierta, Ezequiel cerró la pueta de ese armario de mil cenicientas y tropezó con la estantería, agarró uno de aquellos libros, lo abrió y vio una dedicatoria del puño y letra del propio autor: "para mi hermosa walkiria que...". No quiso seguir leyendo, cerró el libro de un golpe y lo tiró al suelo, como si le quemara. Al azar cogió otro libro y de nuevo otra dedicatoria de otro autor: "Para X, que comparta siempre su alegría y su amor" ¿Alegría? ¿Qué alegría? Su madre no era alegre, ¡era una idiota!. Tercer libro, lo mismo: "no se puede conducir un Ferrari a 20 kms por hora, un beso..." Otro: "R O M A". Quiso ser Torquemada y hacer una hoguera con todos esos libros. Y de paso, con su madre, por hereje, por tener dedicatorias prohibidas en aburridos libros. <br /><br />Ezequiel se sentó en el suelo. Junto a él, una enorme pila con todos los cuadernos que su madre usaba para escribir recetas de cocina que nunca le salían bien. Pensó que lo mejor que podía hacer es buscar la del dichoso bizcocho que se quemaba y recordar que su madre era una inútil y plantarle en la cara la temperatura correcta para que el bollo de marras saliera como dios manda. Abrió el primero. Sin duda era la letra de su madre, pero sin duda aquello no era una receta de cocina, era una especie de diario hecho con cuentos, algunos inacabados. Y se puso a leer. Leyó incluso cuando ya no había luz. Leyó historias de amor, de sexo puro, de soledad, de noches etílicas. Leyó que algo pasó pero no pudo entender qué. Los cien últimos cuadernos sólo tenían una frase repetida con la letra endemoniada de un demente, de su madre: "no te perdonaré jamás". <br /><br />Tardó siete días en reaccionar, justo cuando su madre volvió a quemar el bizocho de la merienda. Se levantó, la miro en el centro justo de su mirada perdida, la abrazó y le dijo: "espero que a mí sí me perdones".Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-56368275289472389952009-09-08T20:12:00.003+02:002009-09-08T20:33:31.003+02:00Recordatorio.Buscando mis instintos, esos que debiera tener y no tengo, esos que harían de mi una mujer como es debido, esos que dicen que en la vida hay que tener algo más que zapatos y libros, me olvidé de cosas que siempre me causaron satisfacción. Buscando mi vena maternal, mi instinto de protección, me olvidé de proteger y cuidar lo que he sido. Quién te ha visto y quién te ve... Y no es que ahora pretenda cerrar los bares y caminar quince centímetros por encima del suelo, pero no puedo aspirar a olvidar lo que soy. Bastantes cosas me parece que he tenido que ir soltando en el camino, que si miro alrededor, a veces pienso que estoy a punto de conertirme en todo aquello que siempre he repudidado. Y estoy de acuerdo que a veces no queda otra que pasar por el aro, que por muy idealista que sea una, tiene que adaptarse a las nuevas situaciones para poder sobrevivir, pura selección natural. Pero no debo olvidar mi esencia. Esa que me hizo pelear, romper y llorar. Aquí estoy, con nueve kilos más, en un cuerpo que apenas reconozco, tratando de asumir que en breve mi vida cambiará para siempre, pero intentando acoplar aquello que siempre fui a la nueva situación. Un puzzle con piezas correctas que no terminan de encajar. Siempre odié los puzzles, me ponen muy nerviosa. Está claro que mi sueño de ser una gran cuentista cada vez está más lejos, pero tengo que recordar lo feliz que me hacía soñar...<br /><br />Y aunque sea políticamente incorrecto, creo que no puedo evitar ser la que soy. Mujer por encima de todo, por encima de la maternidad y del amor. Áquella que vivía la vida con placer sexual, que tenía una mente libre llena de cosas a las que jamás nadie conseguirá acceder. A ver si consigo saber cómo se compagina esto con el olor dulzón de colonia de bebé...<br /><br />Jamás me gustó estar encerrada, siempre lo odié.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-52089795212739574512009-05-15T22:45:00.003+02:002009-05-15T23:04:06.352+02:00Sobre la felicidad y el amorLa felicidad reside en un colchón pequeñito en el suelo de una habitación pequeñita. El amor es un sentimiento horizontal. Y vertical y espiral. <br /><br />La felicidad es una merienda con fresas en la cuneta de una carretera secundaria francesa. El amor tiene sabor dulce y ácido en la boca. Y en el corazón. <br /><br />La felicidad es una sopa de arroz con queso una noche inesperada. El amor es un sentimiento que hay que tomar caliente, muy caliente. Y jamás dejar que se enfríe, ni recalentarlo.<br /><br />La felicidad es una rayita rosa de nueva vida. El amor es el ingrediente secreto que hace que el milagro se produzca, un secreto de alquimista. <br /><br />Hoy dije, juntos somos indestructibles, somos especiales. Desde que tú me hablaste del milagro no he vuelto a dar nada por perdido, aunque a veces tenga la tentación de rendirme. No quiero hacerlo. <br /><br />La felicidad es planear con amor muchos más momentos felices. Saber que siempre seremos los mismos.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-44600171897844476952009-05-10T02:33:00.003+02:002009-05-10T03:03:24.746+02:00Las manzanas caen.A partir de ahora voy a hacer las cosas como quieres que las haga. Y como quieres que las haga tú también, y tú. Creo que no merece tanto la pena luchar por una batalla perdida. Me cuesta siempre mucho no decir lo que pienso, lo que siento y como lo siento, todavía mucho más en estos momentos en que mi cuerpo cambia a diario y no soy más que un atajo de hormonas que juegan en la montaña rusa. Pero haré las cosas como supuestamente debo hacerlas y todos mucho más contentos. Tú, yo, mi jefa, yo, el mundo, ¿yo?. De todas maneras creo que actualmente pedir lo que necesito sólo sirve para empeorar las cosas y que yo termine más nerviosa. Renunciaré a lo que siempre he creído mi camino correcto. Lo mismo es cierto que no estoy en lo cierto. <br /><br />A ver lo que dura. Porque las cosas caen sobre su propio peso normalmente, como las manzanas maduras. <br /><br />Esta vez todo es más difícil. Porque no estoy sola y tengo que velar por mi bebé. No puedo permitir que le pase nada, demasiado le he hecho ya intentando traerlo al mundo en estas condiciones. No le puedo fallar, no puede ser culpable de mis errores. Ahora todo es distinto. Mi cuerpo es distinto, mi estado de ánimo es distinto, mi mente es distinta. Me agobia y me asusta que sea así, pero sólo puedo ir hacia delante. Me asaltan pensamientos horribles que me niego a reconocer. Sólo sé que todo el mundo dice que esta es la etapa más feliz de la vida y de la mía no está siendo. Sólo siento agobio y ahogo. Y una gran culpabilidad por no sentirme feliz, porque seguramente soy una mala madre incluso antes de llegar a serlo. Sólo sé y jamás reconoceré que en un momento pensé que había arruinado mi vida por completo. Pero yo quiero a mi hijito no nato, mucho, mucho más que a la mayoría de los nacidos que están a mi alrededor. Y no sé si sabré hacérselo llegar. Vaya madre te ha tocado, una que se agobia porque le crece la tripa, una que se pone triste por cualquier cosa y que no tiene ni para mantenerse así misma. Espero que me ayudes a cambiar y a ser mejor. Y a dejar de cometer errores garrafales. <br /><br />Yo, a partir de ahora, os doy la razón. Callada y veladamente, pero os la doy. Teníais razón siempre, aunque me empeñe en disfrazar la realidad y hablar de una vida que transcurre en un universo paralelo, no en este. Yo, Lotte, os doy la razón, porque siempre la tuvisteis. <br /><br />La suerte cambiará el día menos pensado. Las manzanas caerán por su propio peso. Seremos felices, seguro. <br /><br />Sólo espero que algún día me perdones por mi mala cabeza. Por no traerte a este mundo en otras circunstancias, por no poderte ofrecer nada mejor, por rendirme. Por tener que acabar dando la razón. No malinterpretes mis agobios y mis sentimientos raros, yo te quiero.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-90151821304934757472009-03-18T16:53:00.002+01:002009-03-18T17:15:36.928+01:00También somos lindasHoy he leído tu diario, queridísima hermana. Es curioso, pero muchas veces los demás nos ven muy distintos a lo que nosotros mismos nos vemos. Me temo que me pasa a mí, y que te pasa a ti. Gracias por haberme dado esta oportunidad. Creo que te he estado haciendo mucho daño sin darme yo cuenta. No sabía que me necesitaras tanto. Siempre te vi tan grande, tan segura, tan inteligente, que nunca pensé que yo pudiera hacer algo por ti. Siempre te admiré y, debo admitirlo, te envidié. Desde que éramos pequeñas. ¿Cómo podía imaginarlo si eras tú la que me defendía de los niños del parque, en vez de hacerlo yo contigo, que para algo era tu hermana mayor? No trato de justificarme, sólo quiero que perdones mi falta de atención a las señales.<br /><br />Puede que sí sea bastante descuidada con mi alrededor. No me pasa sólo contigo, aunque contigo sea imperdonable y con otros no. Pensé que sabías de mi tendencia al ostracismo y que no lo hago por egoísmo ni por falta de interés. A veces las situaciones me sobrepasan y no me gusta contar mis malas experiencias. Perdona por hacerte daño. Siempre pensé que seguramente todos mis problemas a ti te parecieran tonterías, porque yo le doy mil vueltas a la cabeza a las cosas más tontas. Ya no será así. He sido injusta, más cuando sé que tú nunca me juzgarías. Y esto lo digo con completa certeza.<br /><br />Sí, soy fuerte, pero no tanto como tú crees. He salido sola de muchas y me he sorprendido yo misma de hacerlo. Pero la verdad es que muchas veces estoy muerta de miedo. Y cuando no lo estoy, es porque actúo como una verdadera kamikaze, no por fortaleza.<br /><br />Nunca he pensado que fueras aburrida, ni sosa, ni nada por el estilo. Una de las mejores cosas que me ha dado la vida es poder reírme contigo. Y siempre nos hemos reído juntas! Aprenderé a expresarme mejor contigo. <br /><br />Hace tan sólo dos días que sé que ahora soy dos. En la primera persona que pensé fue en ti. Sabía que te pondrías muy contenta y que te desvivirías. Estoy feliz de tenerte. <br /><br />Nosotras también somos lindas, juntas lindísimas. Gracias por todo Feti. Churu y yo te queremos muchísimo.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-77509755034070467302009-03-11T09:48:00.003+01:002009-03-11T09:52:04.249+01:00Autobombo IIEste es el enlace del relato que me han publicado. Si lo lee mucha gente, llegará a formar parte de un libro de viajes. La mitad de los beneficios irá a la lucha contra el cáncer de mama.<br />http://w3.oneplanettravel.com/relatos/?p=110Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-66740272779410326882009-02-03T10:57:00.002+01:002009-02-03T10:59:51.997+01:00No puedoNo me puedo concentrar!! No puedo leer y no puedo escribir. Tengo miles de borradores que no puedo acabar. ¿Qué me está pasando?Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-2587380418168226522009-01-23T10:55:00.000+01:002009-01-23T10:56:43.513+01:00AutobomboMe publican un relato y estoy muy contenta!!!Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-25602519340479735422009-01-18T02:47:00.002+01:002009-01-18T03:15:25.922+01:00PielNo quería estar y se fue. Pero cuando llegó se dio cuenta que tampoco quería estar en ese lugar. Se volvió a ir. Una vez allí echó de menos el primer lugar y pensó que si le pasaba eso era porque tampoco quería estar allí. Se fue. Otra vez. Pero esta vez fue una marcha triste, lloraba y lloraba. Y aunque sabía que se debía de ir y estaba absolutamente convencida de ello, se sentía el ser más triste del universo. Quizá no se quería marchar realmente, esta vez dejaba mucho por el camino. Quizá estaba demasiado cansada de cambiar de lugar con tanta fecuencia. Se equivocaba. Era un problema de piel. Se mudó con todas sus cosas pero se dejó la piel en cada rincón de aquella casa oscura. Había piel de ella por todas partes, en el baño, en la cocina, en el sofá y, por supuesto, en la cama. Había capas superiores y capas profundas. El suficiente tejido epitelial como para crear otro ser humano igualito a ella y a tamaño natural. Pero estaba toda desperdigada y, como era muy blanca y transparente, cualquiera que en esa casa hubiera barrido no la hubiera visto y la hubiera mandado al cubo de la basura junto con un montón de pelusas, los restos de las migas de pan de la última cena y demás materia orgánica e inorgánica que pulula por el suelo de una casa normal y corriente. Pero era piel viva, con sentimientos y sensaciones, que sentía miedo al ser barrida y soledad por no formar parte ya de ese cuerpo con el que nació.<br /><br />Ya no volveré a tener piel, me di cuenta esta mañana mientras cerraba la caja de los zapatos mágicos. Mi piel se quedó enredada en un caleidoscópio que le da vueltas y la marea, aunque no la hace cambiar de color. Allí está. Y yo aquí, sin ella. Se podría pensar que ahora estoy mejor, que me he deshecho del dolor, del calor, del sudor, de los salpullidos... Pero no es así, ahora estoy en carne viva y no tengo barrera para algunos sentimientos que se infectan en mi cuerpo y me hacen enfermar de pena. No puedo parar de llorar, y es mucho peor, porque se me seca la carne de la cara. <br /><br />Mi piel no quiso venir conmigo y ahora estoy siempre desnuda. Sé que no es probable que volvamos a estar juntas. Deambulo por la vida sin piel. No quiero otra si no la mía. Pero me quedé sin ella. Ya nada volverá a ser igual.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-61371979840907856872009-01-16T09:37:00.004+01:002009-01-17T21:33:56.529+01:00A muerte- Si decides regresar conmigo, esta vez voy a ir contigo a muerte-.Dijo él en aquellos días deseperados en los que quería ganarse su amor a toda costa.<br />- Está bien, a muerte los dos juntos-. Contestó ella, medio hipnotizada.<br /><br />Y así fue. A muerte. Hasta que ella murió, pero de pena.<br /><br />Es el segundo intento y las cosas no van bien. No me siento feliz, por algún lado estallaré. Las palabras bonitas no duraron mucho más de lo que tardaron en decirse. Y eso que yo no sabía toda la verdad, si no, no hubieran durado ni el tiempo en que son pronunciadas.<br /><br />Estallé. Ahora soy una loca y una histérica. Pero me niego a pasar mis días tumbada en un sofá esperando a que pase algo mágico que no se está buscando, o que se está perdiendo. Dices que no me entiendes y yo lo afirmo. Estamos a años luz. Yo no entiendo tu hermetismo, ni tus secretos. No entiendo porque nunca soy invitada a tus conversaciones, aunque se traten de banalidades. Ni porque no haces un esfuerzo en entender las mías. <br /><br />Yo estaba tan bien... Vivía un momento dulce, me encotré con gente en el camino capaz de estimular mi mente y mi alma, si es que no son una misma cosa. Y eso me hacía feliz, más que comprarme veinte pares de zapatos de cenicienta. Pero me dejé llevar por tus encantamientos de serpientes y fui muy feliz, todo lo feliz que se puede ser cuando uno se empeña en algo, aunque esté diametralmente equivocado. No, no me digais que ya te lo dije, bastante tengo ya.<br /><br />Lo curioso es que la vida, el destino, el azar y mi maldita curiosidad infantil, me llevaron a ir conociendo la verdad día a día. Y día a día fui enfermando hasta acabar en fase terminal. Poco a poco entendí muchas cosas que fui obviando, quizá por mi obsesión en no querer dormir sola. Pero me dejé enfermar. Cuando noté que no era este el camino, me propuse irme, quería una huída, pero se complicó y está siendo un lento mutis por el foro. Demasiado lento.<br /><br />Hoy sé muchas más verdades de las que sabía ayer y tengo un sentimiento horrible de pena, de pérdida de tiempo. Si ya me había dejado cosas por el camino, ahora encima me voy dejando tiempo. Y energía. Creo que me dejaré morir. Así ya no hay nada que perder. Es duro enfrentarse a lo que ha sido un engaño contínuo, a las risas de los demás cuando te dejan de lado. Hoy sé que no volviste por mí, sé que no estuviste desocupado mientras estabas lejos. Sé lo que piensan de mí los del otro lado. Sé que mientras tus condiciones eran draconianas conmigo, tú te las saltabas a la torera. Y he vuelto a dar mil pasos hacia atrás, llegando al punto de hace dos años. Te pedí que no me hicieras pasar dos veces por lo mismo, y aunque es cierto que nunca creí que no lo fueras a hacer, cerré los ojos con fuerza y te seguí. A ciegas. A muerte.<br />Mi lado bueno es muy bueno, es maravilloso, pero mi lado malo es cruel. Sin embargo esta vez he tendido a racionalizar las cosas: Me encantaría poder vengar ciertas cosas que han pasado. Me encantaría poder causarte el dolor que tú me has causado multiplicado por diez, ser yo la que puediera hacerlo. Que vieras lo que es, porque nuestros actos siempre tienen consecuencias en los demás, aunque tú no lo creas. Pero no haré nada, estoy tan inmersa en mi dolor que no me sale. Y aparte creo que así demostraría lo gran persona que puedo llegar a ser. No haré nada. Yo, que no creo en el destino y que creo sólo en el azar, pienso que esta vez sí que el destino pondrá las cosas en su sitio.<br /><br />No quiero que tu traición a gran escala me haga desconfiar de todo a partir de ahora. Conozco mucha gente en la que puedo confiar, porque se muestran tal y como son. Y algunas de esas personas quieren pasar parte de su tiempo conmigo. Disfrutaré de ello. Siempre me han encantado esas charlas con un buen libro en la mano, Rachmaninov y té roiboos. Ellos no se merecen los efectos colaterales de tu traición. <br /><br />Los cristales de mi coche hoy están empañados pero esta vez por el frío y por los mil cigarrillos que me he debido fumar del trayecto hacia mi nueva casa, donde dormiré sola, pero sin engaños. <br /><br />Estaba triste, pero ahora además siento ese dolor que te desgarra, que te impide comer y dormir, ese que no es nada bueno. Se marchará. Mientras recurriré a la ayuda externa, sea cual fuera.<br /><br />- Si regresas conmigo, voy a ir a muerte.<br />- No lo hagas, ya estoy muerta. Morí de pena el día en que me enteré de toda la verdad oculta.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-1280487747971949992008-12-26T22:43:00.003+01:002008-12-26T23:48:41.083+01:00SustituyendoSoy una persona libre e independiente. He estado todo el día fuera de casa, donde quería estar, disfrutando de la vida y procurándome todos los placeres diurnos que he podido: un gran desayuno, tres horas de peluquería, cosméticos caros, un paquete de tabaco entero y cinco horas de cañas con una amiga. Tan contenta y sin dar cuentas a nadie. No puedo pedirle nada más a la vida.<br /><br />En esta casa que ha dejado de ser mía, sigo siendo la misma persona libre, supuestamente. Y como soy libre e independiente, me quedo aquí. No hay nada que comer. No hay nada que hacer. Busco un S.O.S, pero sólo me oigo y misma. Y es que soy tan libre... <br /><br />Me tumbo en el sofá con las fuerzas justas para llamar al telechino. Qué más puedo pedir a la vida: comida china, tabaco, cerveza y una caja de ibuprofeno. En búsqueda del placer efímero. Sustituyendo sentimientos por emociones ficticias. Echo de menos tu abrazo y el humo de tu boca. Pero me alegra verte feliz. <br /><br />Mírame, estoy guapa hoy, con mi pelo liso y brillante. Te espero. Y mientras sustituyo este vacío con tabletas de chocolate negro. Quizá con un somnífero. <br /><br />De todas formas, esta no está siendo una mala Navidad. Soy tan libre, tan independiente, he tomado mis propias decisiones. Estoy tan bien, que sustituyo toda esta felicidad por una emoción ficticia.<br /><br />No olvides que no me gusta dormir sola...Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-65981134981050700512008-12-23T17:58:00.003+01:002008-12-23T19:21:32.306+01:00Otra vez me he perdido...Conduzco por el centro de Madrid en una tarde de resaca. El sol invernal es cálido hoy, pero me molesta en los ojos y casi me doy con el coche de delante. Creo que mi intención es ir a mi casa (¿tengo casa ahora?) pero, como me pasa demasiado a menudo, me pierdo. Nunca lo había pensado, pero ahora que caigo, quizá me pierdo porque algo de mí no quiere volver. No, no quiero volver, seguro. Pero regreso, dando mil vueltas, haciendo un camino en zig-zag. Llevo casi cuatro días desaparecida, aunque no todo lo que me hubiera gustado. Mi vida en este intervalo de tiempo cabe en una bolsa de plástico de una tienda trendy. Pocas cosas, Pligia, Proust, Insolence, mi cepillo de dientes verde, un jersey gris mojado aún y algo de lencería. Lo necesario para subsistir como nómada un fin de semana largo, más no. El tráfico es horrible, creo que porque es Navidad, eso dicen al menos, porque yo no tengo ninguna conciencia de ello. Todos los años me empeño en la Navidad, me pido vacaciones, planifico, pienso regalos... Iba a disfrutar de todos los hábitos castizos, bocadillo de calamares en la Plaza Mayor incluído, este año que ya no tengo metal en la boca. Pero veo pasar los días... Quería una Navidad alegre, quería reirme. Pero parece que no todo el mundo quiere lo mismo. Las dos últimas navidades fueron duras y me empeñé en que esta no, pero no parece funcionar. Tendré que empeñarme más a fondo.<br /><br />Continuo mi camino inventado. Tengo frio en las manos y pongo la calefacción a tope. En la radio transimiten un programa de cuentos de Italo Calvino, pero no me llego a enterar del final de niguno porque voy pensando en algo, no sé en qué. Desde luego no en el camino. Noto un tic en el labio inferior y me miro en el retrovisor. Parece que estoy aún más nerviosa de lo que pensaba. El tic se multiplica y se hace notar también en el labio superior. Mejor me fumo un cigarrillo, así seré menos consciente. Veo a gente pasear, todo muy organizado, como si todo el mundo supiera dónde tiene que ir. ¿Lo sabrán realmente? Seguro que sí. A veces creo que soy la única que se pierde. Aunque siempre me termino encontrando. Aunque sea al final. <br /><br />Los de fuera se han ido ya. Los de dentro no han venido este año. No estoy triste, sólo algo desangelada, quería una Navidad alegre. Y sin tics en los labios. Y con algún regalo envuelto en celofán rojo.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-89408256376588496632008-12-06T21:14:00.002+01:002008-12-06T21:41:53.399+01:00Felicidad o cosas bonitas.Hubo un tiempo en mi vida que no era feliz. Mi interior estaba lleno de cosas feas y me dedicaba a llenar mi exterior de cosas bonitas que supuestamente amortiguarían mi infelicidad. Tenía el armario lleno de zapatos caros, ropa buena repetida hasta la saciedad, perfumes exclusivos y, sobretodo, millones de libros. Conocía todos los restaurantes y locales de moda de Madrid, llenos de gente bonita por fuera, habría que ver por dentro... Todo eso no conseguía cambiar mi estado de ánimo, pero me entretenía. No estaba mal mi vida de superficialidad, aunque seguía insatisfecha y buscaba, quizá por el lugar esquivocado. <br /><br />Hubo un tiempo en mi vida en que fui feliz. Dicen que me volví loca y dejé toda mi vida de comodidades a cambio de una utopía. Realmente hay que estar loca. Ese día dejé de mirar mi exterior y me dediqué tan sólo a lo que sentía, pero sólo a mis sentimientos, no a los de los demás. Era verdaderamente feliz, creo que no volveré a ser así de feliz en mi vida. No me importaba de si lo que había a mi alrededor era bonito o feo, porque no veía más allá de mi propia nariz, sólo lo que tenía más cerca y era más que suficiente. Creo que flotaba en mi sentimiento. No me importaba no tener ni dónde dormir. <br /><br />No recuerdo qué pasó. Creo que fue algo paulatino que acabó con mucho ruido y muchas nueces. <br /><br />Hubo un tiempo en mi vida en que no era ni feliz ni infeliz. No tenía cosas bonitas en mi interior ni en mi exterior. Tampoco cosas feas. A decir verdad, vivía de las rentas de todo lo que tuve. Vivía en una paz débil, no profundizaba en nada. Volví a buscar, aunque esta vez no sabía muy bien qué.<br /><br />Hay un tiempo en mi vida en el que no soy feliz. Intento rodearme de esas cosas bonitas pero ya no es tan fácil conseguirlas. Sigo estirando mis rentas, pero cada vez son más escasas y más viejas. Ahora cada vez me cuesta más todo.<br /><br />Texto sin acabar.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-15203085645015757292008-11-12T11:32:00.003+01:002008-11-12T12:14:15.572+01:00Sexy music for a sexy girlTodos los días toma el metro en la estación de Nuevos Ministerios. Trece minutos exactos y llegará a su destino, aeropuerto de Madrid, T1, T2, T3. Ya hace frío en la capital, pero una vez en el subsuelo, el calor húmedo y humano hace que haya que quitarse el abrigo. Todos corren como autómatas, el despistado que se quede parado se arriesga a ser tirado a la mismísima vía. Audrey espera en el andén. Lleva un sombrero borsalino a juego con su abrigo. Mira al infinito y se pone los auriculares de su I-pod, justo cuando llega el tren. Siempre intenta subir al máximo el volumen, pero nunca es lo suficiente como para no oir el estruendoso ruido de la estación. Un día más... Qué feo que es todo. Cuando para el tren, todos se empujan para lograr alcanzar un asiento. Hoy no ha habido suerte, Audrey tendrá que ir de pie. Ahora no podrá leer, así no hay quien acabe con Proust, y el viaje de trece minutos durará justo eso, quizá más.<br /><br />Arranca. Vagón quinto de la línea diez. Audrey se agarra a la barra. "Ya noto que se está quemando..." Cierra los ojos y siente la música. Cuando los abre, se cruza con otra mirada "ver la sombra que proyecta cada poro de tu cuerpo". Audrey lo mira fijamente, se humedece los labios, que los tiene cortados. "Sé que deseas hacerme cosas...". En cada estación, él se va acercando un poco más. Lleva un libro en la mano, también Proust. La canción acaba y ella vuelve a ponerla "Ya noto que se está quemando". No canta, pero interpreta la canción con su cuerpo, interpreta un papel oculta por el anonimato y la droga musical, que de otra manera sería incapaz. Se quita el sombrero y agita la cabeza, sin dejar de mirar a su contrario. "tu camisa cuando notas mi aliento en tus oídos". Están muy cerca, se podrían tocar, se podrían, al menos, hablar. Pero no lo hacen, sólo se miran. A Audrey le gustaría que hubiera menos gente en ese vagón y ponerse a bailar. Se ve a sí misma girando en la barra en la que se sujeta, como si fuera una streeper. Se siente sexy, sexual. Tiene calor, se desbrocha el abrigo y un botón de más de la camisa. Él no mueve un músculo, sólo la mira, pero seguro que no sólo ve a una chica acalorada intentando mantener el equilibrio, ve la sensualidad, ve el baile, escucha la canción, ve más allá del encaje del sujetador que asoma tímidamente por la camisa de ella. Pero no hace nada. Audrey se mueve, se acerca perdiendo todo el pudor. Están tan cerca que cualquiera diría que están a punto de besarse, pero no hacen nada. "Quiero lamerte, suplicarte.." La respiración se vuelve una. "Si yo te giro para verte". Siguen sin tocarse. Quizá sea el momento más erótico de la vida de ella.<br /><br />"Próxima estación, aeropuerto T1, T2, T3". Pero el hechizo no se rompe. Ella susurra un inaudible "perdón", sin dejar de mirarle y sale de del vagón, pero se queda mirando en el andén hasta que el tren deja de existir para siempre. "Navegando de tu boca, hasta el centro de la tierra.."Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-35626332172006859302008-11-06T17:31:00.002+01:002008-11-06T17:41:43.224+01:00El sentido.¿Qué hacer cuando algo en lo que has puesto toda tu intención, toda tu creatividad, tu mejor saber, tu alegría, tu alma y, sobretodo, tu confianza, te traiciona? ¿En qué se puede creer después? ¿Qué hacer cuando no es la primera vez que te encuentras con la misma mentira? ¿Cómo se combate la soledad en este caso? ¿Cómo se vuelve a meter todo en una caja de embalaje? ¿Cómo haces para dar la vuelta cuando es tarde por otras circustancias? ¿Por qué uno no se da cuenta antes de las cosas? ¿Por qué me empeñaré en no escuchar? <br /><br />No lo sé, no lo sé. Sólo se me ocurre una cosa, demasiado radical tal vez. <br /><br />Es a mí a quien no le queda ya nada. Ni si quiera algo en lo que creer. Ni si quiera odio, sólo desazón. Cómo escuece, dios mío.<br /><br />Todo es mentira.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-6292182634151783132008-11-05T22:12:00.005+01:002008-11-06T19:36:32.701+01:00La salida<a href="http://img235.imageshack.us/img235/8893/07031112133924400ddigitlu2.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 900px; height: 600px;" src="http://img235.imageshack.us/img235/8893/07031112133924400ddigitlu2.jpg" border="0" alt="" /></a><br />¿Dónde está la salida? De nuevo atrapada por no haberlo pensado antes. No me di cuenta en el primer momento, pero sí en el segundo. Y aquí estoy, con menos opciones que nunca. Camino por un pasillo angosto lleno de puertas, todas con candado. Me siento traicionada, me prometieron un castillo y estoy en un corredor mugriento y húmedo. Me hablaron de aire fresco, de cambios y todo es lo mismo, peor, porque tiene el mismo nombre. Quise huir hacia adelante, me equivoqué de dirección y he vuelto a la casilla número uno, vuelta a empezar, pero esta vez con el dado trucado, jamás avanzaré seis de golpe. ¿Por qué no se abrirá una de estas malditas puertas? La verdad es que no las golpeo mucho, porque no quiero encontrarme un "ya te dije" detrás de ninguna. Así que no tengo ni siquiera derecho al pataleo, que sería una cosa vergonzosa en este caso. Sigo caminando como lo haría un sonámulo, buscando luz, la salida. Pero no, este es tu destino. Yo no creo en el destino.<br /><br />Voy a hacer una cosa: Voy a cerrar los ojos y a echar a correr todo lo rápido que pueda. Dejaré que todo pase a mi alrededor, no haré nada si no correr por este pasillo. Cuando me canse seguiré un poquito más para asegurarme. Entonces abriré los ojos y seguro que encontraré la salida. Un, dos, tres, a correr. El frío se transforma en sudor, el aire sigue siendo húmedo, me cuesta respirar. Pasan cosas, oigo ruido, oigo voces, doy mi consentimiento a que pase lo que tenga que pasar sin mirar, sin detenerme. Sigo. El pelo se me pega en la cara, ya no puedo respirar por la nariz y abro la boca, se me secan los labios, me duele el costado derecho, tengo flato. Sigo. Tropiezo con algo y me caigo, prefiero no mirar qué ha sido, pero creo que me han puesto la zancadilla. La rodilla izquierda me arde y algo húmedo y caliente baja por mi pierna, creo que es sangre, por un momento pierdo la conciencia, la horientación me la dejé en la salida, pero sigo, movida por una inercia cósmica. El corazón va más rápido que mis pasos, la graganta se me ha secado por completo. Hace días que corro. No he parado ni a comer ni a dormir, sólo cuando tropiezo me permito siete segundos de descanso. Sigo. Me siento sucia, creo que la ropa está rota. Tengo que seguir, tengo que seguir aunque no pueda más. No abro los ojos, no sé lo que me rodea, lo intuyo, pero me parece monstruoso y los mantengo cerrados. Ya queda poco, lo sé. <br /><br />De pronto no puedo seguir caminando. Me doy un golpe en la cabeza que me tira al suelo de nuevo. Tanteo con las manos y toco algo duro y frío, paree metal. Me llevo la mano izquierda a la cabeza como tratando de aliviar el golpe. Abro los ojos y en un primer momento no veo nada, sólo luz. Cuando me acostumbro, veo el cielo, veo vida. Sonrío, respiro hondo y camino decidida hacia la salida. Soy feliz. Entonces vuelvo a chocar con algo y me vuelvo a caer al suelo, violentamente. Rompo a llorar.<br /><br />No hay salida. Veo el mundo pero no puedo salir a él. Casi lo puedo tocar, pero jamás volveré a caminar por él. Se interponen unos barrotes de hierro fuerte y oxidado. Intento pasar entre ellos llevada por la deseperación, pero no hay manera. No podré salir jamás. Grito y me doy contra los barrotes una y otra vez, una y otra vez, una y... otra vez...<br /><br />No recuerdo más.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-5757393334762655172008-10-31T13:54:00.003+01:002008-10-31T13:57:01.166+01:00AclaraciónLa mayoría de las cosas que escribo aquí son ficciones. No me pienso comer a nadie ni soy una narcisista (creo). Uso este medio para escribir relatos, no se me ocurre otra manera de hacerlo... De los útimos post, el único que era totalmente real es "Café helado y cerveza", eso sí ocurrió. Lo demás no son muestras ni tan sólo de mi estado de ánimo, son sólo relatos.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com62tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-24423782839083165842008-10-27T15:41:00.003+01:002008-10-27T16:13:20.849+01:00Mantis.<a href="http://singularidad.files.wordpress.com/2006/12/mantis_religiosa.gif"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 300px;" src="http://singularidad.files.wordpress.com/2006/12/mantis_religiosa.gif" border="0" alt="" /></a><br />Debería matarte. Después de todo lo que me has hecho, debería matarte. Sin embargo, aquí estoy. Pero no te he perdonado, no se me olvida todo el mal que me hiciste. Las cosas no pasan sin más y no pienso olvidar todo ese intervalo de mi vida en el que sufrí por ti hasta más allá del dolor. Aún recuerdo cómo me dejaste, cómo me trataste como a una cualquiera, cómo me dijiste que no era yo la elegida, emponzoñando así todo ese amor que ambos decíamos sentir. Recuerdo cómo no te importó dejarme en aquella sala del aeropuerto llorando y suplicando porque no subieras a ese avión. Si me siento, revivo cada uno de esos días en que tuve que empezar una nueva vida a la fuerza, en los que cualquier cosa cotidiana era para mi un acto heróico. Recuerdo la crueldad de tus llamadas a doce mil kilómetros de distancia, cómo te enfadaba que hubiera pasado un buen día cuando tú no tenías ni idea de mis mil noches en blanco ni de mis días en negro. <br /><br />Volviste. Según tú a por mí. La verdad es que me cuesta mucho creerte y eso se debe notar. Todavía me duele mirarte aunque lo haga a diario.<br /><br />Pero no te he perdonado. Creo que a menudo te sigo odiando. Estoy aquí y recibirás aparentemente todo lo bueno de mí. Aparentemente. Porque todo forma parte de un plan trazado con la nocturnidad de una insomne. Lo llevaré a cabo si es que antes no muero de pena por todo aquello que ya no podrá ser. Te serviré a diario los mejores manjares según tu extraño criterio. Te entregaré mi cuerpo como jamás nadie te lo entregó, ni siquiera yo misma en aquellos días febriles. Pero no podrás saber jamás que hay en mi mente, en mi espíritu. El contenido de mi corazón creo que lo conoces, creo que ya sabes que yo soy incapaz de sentir eso que tanto me unió a ti.<br /><br />Poco a poco te irás enganchando a mí como yo lo hice. Y entonces pondré en práctica mi plan. Cuando más confiado estés. Será una noche en que yo te daré todo el placer posible. Creerás flotar, te sentirás feliz y pleno. Entonces yo abriré la boca, pero no para hablar ni para preguntarte por enésima vez con vocecita dulce si me quieres. Me lo preguntarás tú a mí. Y yo te diré que sí, que te quiero, tanto que te voy a comer. Te reirás de mí como cada vez que te amenazo, pensando que jamás podría hacerte daño porque soy una pobre idiota. Sí, lo soy, pero te causo tanto morbo que no te das cuenta de nada. Te voy a comer. Mi boca se abrirá de manera descomunal, lo ensayo todos los días delante del espejo, y empezaré a comerte por los pies. Dejaré la cabeza para el final para que seas conscente de toda mi crueldad. Y en cada bocado mi corazón sufrirá la catarsis de la venganza. <br /><br />Pero tú, en pleno éxtasis de juego sexual, me pedirás que siga, que no me detenga. Que lo acabe.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-55842978425836580502008-10-22T10:38:00.005+02:002008-10-22T11:24:48.489+02:00Ojos<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWoE2OoxrMeAxJUcGBE1OtyLFTlPSf4PSICXdgHFn32lKa-UY3sug54TGVpw_bwJi2zAaacnJr61tbqDXSpqBeykLEsSbdM_NyngFH4vXrTQaKq-7GEUjIq44vLBc9yrBKAXAMWmse9L7U/s1600-h/DSCN0414.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWoE2OoxrMeAxJUcGBE1OtyLFTlPSf4PSICXdgHFn32lKa-UY3sug54TGVpw_bwJi2zAaacnJr61tbqDXSpqBeykLEsSbdM_NyngFH4vXrTQaKq-7GEUjIq44vLBc9yrBKAXAMWmse9L7U/s320/DSCN0414.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5259906759474890050" /></a><br /><br />Voy a escribir sobre tus ojos. Quiero escribir sobre ellos. Son verdes de otro mundo. Tienen vida propia, hablan. El resto de tu cara puede no tener expresión, pero tus ojos se ríen, se enfadan y lloran. Son fuego y son mar. Verde, amarillo, azul, gris, caleidoscópicos. Sueles mirar para abajo, hacia los pies, por vergüenza o por timidez, pero siempre están ahí, una ventana abierta a tu mente, sólo hay que saberlos leer. No necesito un análisis de ti, no necesito cartas de tarot para saber cómo eres y cómo estás. Sólo necesito mirarte fijamente. No puedes ocultar nada. Me gustan cuando son felices porque se achinan y me hacen reir a mi. Pero me encantan cuando se enfadan porque muestran pasión y queman. Sólo eres ojos. Me seducen cuando miran de frente y me da ganas de besarlos de forma lasciva, sexual. No quiero que duermas, no quiero que los cierres nunca. La tristeza los hace bellos y tiernos y me hago cruel y no te reconforto, te daño más para seguir viendo esa ternura. Llora, llora mucho que me gusta verte llorar y ver cómo cambian de color. Te ocultas detrás de enormes gafas oscuras que te dan un toque de misterio y está bien, pero hace que mi mente se vuelva loca y que camine detrás tuya para quitarte tu antifaz y tirarlo al suelo y pisotearlo para que no lo vuelvas a usar jamás. No me importa que te moleste el sol. Desde que eres miope me gustas más, porque miras sin ver, no me reconoces hasta que estoy al lado tuya y puedo perseguirte sin que te des cuenta. Enfocas abriéndolos y cerrándolos mucho. Se vuelven felinos. En la oscuridad son fosforecentes, como las vengalas de los barcos. Está todo oscuro pero sé dónde estás y tú no. No me hables, mírame. <br /><br />Soy un monstruo cruel obsesionado con tus ojos. Soy un vampiro, un voayer y tú, exhibicionista. <br /><br />Mejor no escribo sobre tus ojos.<br /><br />Mejor escribo sobre los míos.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-7281737286589160971.post-32278547481141201082008-10-17T13:56:00.002+02:002008-10-17T14:27:47.927+02:00Café helado y cervezaMe levanté y me hice un café. Estaba practicamente tranquila para la tensión de estos días. Mi café ardía. Entonces escuché la noticia. Comencé a tener mucho frío, pensé que hoy no habrían puesto la calefacción, y para paliarlo, le di un sorbo a mi taza. Gélido, el café estaba helado. Temblaba, tiritaba. Toqué el radiador que tengo a la izquierda y estaba funcionando. El frío era inexplicable, irracional. Ahora esto, ¿y si me buscan las vueltas a mí? Yo estoy muy segura de mi trabajo, de mi declaración. Pero parece que se busca una cabeza de turco, un chivo expiatorio que relaje a las masas. Dios mío, qué frío. Me envolví en una manta, pero el frío salía de dentro, no se calmaba. Iba a ser un día duro y debía dejar de temblar. Qué bien me hubiera venido una inmersión en una bañera con agua hirviendo. <br /><br />El día fue más duro de lo que pensé al principio. Una vez en la vorágine se me pasó el frío, pero no el tembleque. Cuando llegué a la oficina todas me miraban con gesto condescendiente, cómo lo odio... Así que estuve el tiempo justo y me fui. <br /><br />Estar en aquel despacho nos iba a tranquilizar. Vosotras no os procupeis, sólo sois testigos. Pero volver a recordarlo todo, hablar de ello con personas ajenas a este mundo, nos intranquilizaba. Necesitamos una cerveza. Mejor un par de gin-tonics. Nos desahogamos entre nosotras, nos contamos nuestros miedos e incluso nos pusimos a frivolizar sobre el resto del mundo.<br /><br />Ha sido una noche difícil. Mil vueltas en la cama para poder dormir un poco. Mi café caliente vespertino se ha enfriado hoy también demasiado rápido. El estómago se dio la vuelta. No pasa nada, no pasa nada. Pero estate preparada, esto está lleno de prensa. <br /><br />Me equivoqué de sentido en el metro, llevo un par de días que me despisto con mucha facilidad. Una vez en el vagón, no quise sentarme, aunque había sitio, aunque agarrada a la barra vertical notaba que me estaba bajando el azúcar por la tensión y por no haber podido acabar con mi café antes de que se helara. <br /><br />No me conoces. Pasa tranquila, tú dominas el tema. Pero cuando dijeron mi nombre se me acercaron muchas personas sin cara a preguntarme. Yo no dije nada. En la sala tenía visión de tubo sobre todo lo que había dentro. Sé que había demasiada luz y no sabía de dónde venía. Sí, me ratifico en todo. No, no había problemas. Y poco más. Muy pocas preguntas para toda la gente que había ahí dentro. Y yo allí, en el medio, sentada en una silla de madera, con un micrófono en la cara. Pero más tranquila, quizá sólo con el miedo de mi propia timidez.<br /><br />Salgo y mas preguntas sin cara. Me persiguen por las escaleras. Oigo que alguien habla del color de mi vestido y cuando salgo a la calle hay mil abejas persiguiéndome. Demasiado para mí, demasido agobio. Dejadme tranquila, no voy a decir nada. <br /><br />Ya ha pasado todo y ahora mi cuerpo está cansado y me duele la cabeza. <br /><br />Necesito una cerveza.Lottehttp://www.blogger.com/profile/10120519216334323745noreply@blogger.com6